2003-2005 Resultados Área Social SNIT
(Artículo publicado en la revista del Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT). Febrero 2006)
Área Social del SNIT, cuatro etapas de historia y prospectiva.
Las relaciones de interoperatividad de sistemas de trabajo en redes humanas mediadas por computador, aunque acaba de empezar, tiene ya una historia. Claro que en la perspectiva de aceleración y complejidad creciente de procesos, que caracteriza a nuestra sociedad de la información (recién emergida desde la sociedad industrial y ya dando nacimiento a la sociedad del conocimiento...). Tenemos una historia y un territorio y aunque ambos son virtuales, tienen profundas raíces en la realidad en la que interactúan. En muy poco tiempo, se han hecho grandes cosas. Y es que dar inicio a procesos irreversibles y que solo seguirán creciendo y desarrollándose, es una gran cosa. Mucho más cuanto que en esta Área Social del SNIT, nos cabe la responsabilidad y el honor, de atacar directamente el punto más oscuro de nuestra sociedad contemporánea, aquel que hace a las inequidades y las “brechas” entre los grupos y las personas.
El haber generado desde el SiiS una plataforma tecnológica que permita la interoperabilidad de una red de actores tan extensa y diversa como la que conforma el Sistema de Protección Social Chile Solidario, es un logro notable, que ha sido recientemente reconocido como el modelo a seguir por los países del MERCOSUR. Consolidar la implementación de la plataforma para pasar de la cobertura actual de un millón de personas a la totalidad de los chilenos, transformando el Chile Solidario actual en un Sistema Nacional de Protección Social Integrado y Solidario, a la vez que proyectar nuestros logros en el plano internacional, son nuestros desafíos concretos para los años a venir.
Consideremos con algún detalle los hitos de estos alcances y lo que proyectamos al futuro.
En efecto, el desarrollo del Área Social del SNIT, ha pasado por varias etapas hasta llegar a la fase actual. Como nuestra orientación estratégica se inscribe de lleno –y aún más que las otras áreas- en la tarea de utilizar las nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia, participación y pertinencia de las políticas sociales del gobierno, puede ser apropiado que dividamos las etapas por las que hemos transitado, de acuerdo a la nomenclatura que se ha acordado para evaluar el éxito social de cualquier proyecto de TICs, a saber: presencial, informacional, interactivo, transaccional.
Etapa presencial.
Las relaciones de interoperatividad de sistemas de trabajo en redes humanas mediadas por computador, aunque acaba de empezar, tiene ya una historia. Claro que en la perspectiva de aceleración y complejidad creciente de procesos, que caracteriza a nuestra sociedad de la información (recién emergida desde la sociedad industrial y ya dando nacimiento a la sociedad del conocimiento...). Tenemos una historia y un territorio y aunque ambos son virtuales, tienen profundas raíces en la realidad en la que interactúan. En muy poco tiempo, se han hecho grandes cosas. Y es que dar inicio a procesos irreversibles y que solo seguirán creciendo y desarrollándose, es una gran cosa. Mucho más cuanto que en esta Área Social del SNIT, nos cabe la responsabilidad y el honor, de atacar directamente el punto más oscuro de nuestra sociedad contemporánea, aquel que hace a las inequidades y las “brechas” entre los grupos y las personas.
El haber generado desde el SiiS una plataforma tecnológica que permita la interoperabilidad de una red de actores tan extensa y diversa como la que conforma el Sistema de Protección Social Chile Solidario, es un logro notable, que ha sido recientemente reconocido como el modelo a seguir por los países del MERCOSUR. Consolidar la implementación de la plataforma para pasar de la cobertura actual de un millón de personas a la totalidad de los chilenos, transformando el Chile Solidario actual en un Sistema Nacional de Protección Social Integrado y Solidario, a la vez que proyectar nuestros logros en el plano internacional, son nuestros desafíos concretos para los años a venir.
Consideremos con algún detalle los hitos de estos alcances y lo que proyectamos al futuro.
En efecto, el desarrollo del Área Social del SNIT, ha pasado por varias etapas hasta llegar a la fase actual. Como nuestra orientación estratégica se inscribe de lleno –y aún más que las otras áreas- en la tarea de utilizar las nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia, participación y pertinencia de las políticas sociales del gobierno, puede ser apropiado que dividamos las etapas por las que hemos transitado, de acuerdo a la nomenclatura que se ha acordado para evaluar el éxito social de cualquier proyecto de TICs, a saber: presencial, informacional, interactivo, transaccional.
Etapa presencial.
El Área Social del SNIT, inicia su trabajo el 14 de Junio de 2002 en el marco de las tareas programadas para dar cumplimiento a los objetivos del Instructivo Presidencial Nº14, del 25 de Septiembre de 2001.
Como declaración de la relevancia y resultados que se aspira entregue el trabajo de esta área, en dicho instructivo se señala que: “los fenómenos sociales afectan directamente a las personas y el territorio en que ellas viven, por tanto, disponer de información georeferenciada facilitará la incorporación del componente territorial en el diseño de políticas sociales, avanzar en la evaluación de impacto y gestión de ellas, como también se espera sea un aporte en la focalización de proyectos y programas sociales”.
Estableciéndose que la labor de coordinación general del Área, era responsabilidad de Mideplan, el Área Social se conformó con representantes de las siguientes instituciones: Ministerio de Salud, Ministerio del Interior, Oficina Nacional de Emergencia, Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, Comisión Nacional de Desarrollo Indígena, Fondo Nacional para la Discapacidad, Consejo Nacional de Control de Estupefacientes, Fondo de Solidaridad e Inversión Social, Instituto Nacional de la Juventud, Servicio Nacional de Menores, Chile Deportes, Servicio Adulto Mayor, Servicio Nacional de la Mujer e Instituto Nacional de Estadísticas.
Siguiendo los dos principios orientadores de gobierno en la materia, a saber: 1) Objetivos claros y precisos, concordantes con las prioridades nacionales, y 2) Aumentar la percepción pública en el sentido que la eficiencia, efectividad y pertinencia de los Servicios públicos, tiene su elemento central en las TICs, se procedió a hacer un primer diagnóstico interinstitucional, que nos permitiera dibujar un “mapa de posición”. El diagnóstico entregó como primera conclusión, lo que era evidente, tratándose de un programa innovador: que las instituciones que conformaban el área de trabajo no tenían mayor experiencia en el uso y aplicación de tecnología SIG.
En segundo lugar se pudo establecer que las instituciones generaban una diversidad de información, asociada a los requerimientos de gestión institucional, que era almacenada en bases de datos alfanuméricas o en formato papel, en ocasiones estandarizada a nivel de la institución y que se complementa con solicitudes realizadas al resto de los servicios o ministerios. Es decir, que era predominante la utilización del “formato papel” y que no había estandarización.
En el caso de la inversión en infraestructura -información relevante de georeferenciar-, se concluyó en tercer lugar, la necesidad de avanzar en la definición de campos específicos en lo referido al rol del establecimiento, dirección y ubicación en el territorio.
Las conclusiones del diagnóstico, también nos indicaron que igualmente se observaban prácticas comunes en el levantamiento de la información, aún cuando persistiera el tema de la necesidad de homogeneización para el intercambio. De manera más específica, todas las instituciones generan un campo asociado a la división político administrativa del país. Sin embargo, dicha identificación no está asociada a una clasificación con código numérico, o a una regla que nombre las comunas o regiones según su denominación oficial. En consecuencia, aún existiendo información para una misma unidad territorial, ella no era fácilmente transferible de una base de datos a otra, esto, sin considerar la compatibilidad tecnológica entre una y otra base de almacenamiento. Tampoco existía una regla general que definiera las condiciones de la captura de información.
Asimismo vimos que en el caso de los programas, no siempre se encontraba definido claramente el ámbito de acción, estando en la mayoría de los casos reducida su identificación a impactos en el ámbito territorial, regional y/o comunal y en casos en que si lo estaba, por ejemplo en las unidades vecinales, no se contaba con un referente oficial que permitiera identificarlas espacialmente.
Etapa Informacional.
Establecido este diagnóstico y detectadas así, las condiciones en las que debíamos trabajar, así como afianzadas las instancias metodológicas de los contactos orgánicos de trabajo entre los distintos actores, nos abocamos a la consolidación de los canales de intercambio interinstitucional, y a difundir la información que nos permitía seguir avanzando, sobre la base de la necesidad de la “normalización”.
Por tanto, como resultado del trabajo realizado hasta el año 2004, en un ámbito general, las instituciones que conforman el área propusieron tres criterios de normalización, a saber:
a) Respetar la codificación utilizada por la institución generadora de la información
b) Uso de la cartografía base, según lo determine el Área de Información Territorial Básica
c) Identificar campos llaves que permitan relacionar datos alfanuméricos con la base cartográfica a fin de generar las respectivas capas de información
Sin embargo, la tendencia a funcionar en compartimentos estancos también se reprodujo en el tratamiento y levantamiento de la información institucional, lo que concuerda con la dificultad de intercambiar información que aún en la actualidad se observa. Por otra parte, la falta de una visión integrada del ámbito social contribuyó a mantener esta práctica y se observaba, a pesar de los acuerdos y del esfuerzo de las instituciones para implementarlos, la necesidad de contar con un agente integrador de estas propuestas.
Etapa interactiva.
Realizando un pequeño ajuste de tanta actividad, a los períodos anuales en que nos desenvolvemos, diríamos que el año 2005, marca el inicio de la tercera etapa de nuestro trabajo. Sin embargo, cabe hacer notar que ello también ocurre en un espacio de cambios y reacomodos institucionales. Básicamente nos referimos a la coexistencia de criterios no siempre articulados en su continuo esfuerzo por desarrollar lo mejor de si mismos. En efecto, puede ser una conclusión no menor del período, la constatación que “interactivo”, no necesariamente significa “integrado”. Ello, porque los distintos componentes del área social, habiendo adquirido la madurez de sus propios programas, siguieron desarrollándolos, bajo el amparo del paraguas protector del SNIT, en proyectos como el de Metadata. Por otra parte, dos claros momentos de desarrollo se generan al interior de Mideplan, como resultado del impacto que significa la creación del Sistema de Protección Chile Solidario y las dinámicas que genera. Consideraremos que la etapa Interactiva se cierra con las siguientes realizaciones y que es el proceso simultáneo de consolidación del SiiS, quien marca el inicio de la etapa transaccional prospectiva.
Es así como, la creación del Sistema de Información Territorial Social Chile Solidario y el compromiso asumido por el Sistema Nacional de Inversiones en el marco del Programa de Mejoramiento de la Gestión Territorial Integrada, dan inicio a la etapa de concreción de los objetivos planteados.
En cuanto al Sistema Nacional de Inversiones y la georeferenciación de Proyectos de Inversión Pública, el 31 de marzo se entregó un Plan de Trabajo a ser ejecutado por la División de Planificación Estudios e Inversión (DPEI) y la División de Planificación Regional (DPR) de MIDEPLAN, cuyo primer compromiso fue al 30 de septiembre de 2005, entregar un documento final, con antecedentes más precisos y con las observaciones recibidas desde las Secretarías Regionales Ministeriales de Planificación y Coordinación (SERPLAC).
La metodología de trabajo en esta etapa se concentró en la recopilación de la mayor cantidad de antecedentes acerca de cómo la georeferenciación estaba siendo aplicada en aquellos ministerios con mayor cercanía en el uso de estas herramientas de apoyo a la gestión, y por otra, en la conceptualización de una estrategia para la implantación del uso de información territorial en las actividades propias del Sistema Nacional de Inversiones (SNI).
El documento aborda materias de organización, aspectos cartográficos, funcionalidades del Banco Integrado de Proyectos (BIP), y sistemas de información geográficos requeridos por este ministerio. Todo ello dentro de la organización, normas y estándares definidos por el Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT), y dentro de los objetivos del Programa de Mejoramiento de Gestión (PMG) que indica la incorporación de la variable georeferenciación, en al menos ocho sectores de la actividad económica, respecto de proyectos relacionados con infraestructura física.
A la fecha, se están realizando las pruebas para la aplicación de esta exigencia en los proyectos nuevos de infraestructura física que ingresen al Sistema Nacional de Inversiones con requerimientos de financiamiento para el año 2007. En forma paralela, se desarrollará una estrategia para ingresar las coordenadas de la información histórica contenida en el banco de proyectos de inversión.
Etapa transaccional (La interoperabilidad comprensiva).
A fines de junio del 2004, se pone en marcha el Programa de Asistencia Técnica al Chile Solidario. Con financiamiento conjunto del Estado de Chile y del Banco Mundial, y ejecutable a través de sus cuatro componentes, sus objetivos se establecen como sigue: “Implementar el Chile Solidario y sentar las bases para la fundación de un Sistema Nacional de Protección Social”. En efecto, la complejidad, magnitud e importancia del giro que imprimió Chile Solidario en las políticas públicas de Protección Social, impusieron la rápida generación de instancias operativas que apoyaran efectivamente su realización y permitir a Mideplan asumir el liderazgo interinstitucional para el cual se lo había mandatado. Uno de estos componentes, el Sistema Integrado de Información Social (SiiS), es el responsable de la construcción de la Plataforma Tecnológica para la Protección Social.
Iniciativa 13 del Gobierno Digital y expresión local de los acuerdos suscritos por nuestro gobierno en el cumplimiento de las Metas del Milenio (Meta 8, 7), esta Plataforma Tecnológica ya se encuentra operativa, lo que significa en consecuencia, que en nuestro país hace tres meses, que la interoperabilidad de los servicios ha dejado de ser un sueño, para transformarse en una realidad. Esta realización ha sido –en nuestra opinión con justicia-, señalada como el hito de un salto cualitativo en las políticas públicas y en el proceso de modernización del Estado. Con alguna extensión se han señalado las características innovadoras de su diseño participativo y democrático y la naturaleza holística y modular de su concepción, en el último número de la revista del SNIT. Nos limitaremos por lo tanto, a señalar brevemente, los cuatro principios de su operatoria y el doble ámbito del futuro próximo de sus proyecciones.
Es así que nuestra Plataforma Tecnológica se desarrolla de acuerdo a cuatro orientaciones que responden al principio de Asignación Inteligente de Recursos Escasos (AIRE):
- Archivos fuente open source, es decir, que sean propiedad del ministerio.
- Simplicidad en su diseño, es decir, orientada a la utilización por los no-expertos.
- Que la información sea de fácil acceso, y
- Que tenga bajos costos de manutención.
Por otra parte -y tal como decíamos al inicio del presente texto-, las tareas que nos define el período se abren en dos direcciones. Consisten tanto en lograr la interoperabilidad plena de la Red de Actores del Sistema Chile Solidario y sentar las bases de un Sistema Nacional de Protección Social Integrado y Solidario, en nuestro país, como en iniciar el proceso de difusión y enseñanza de nuestro modelo de “redes humanas con soporte tecnológico para la protección social” en el exterior, dando cumplimiento a los acuerdos que en este sentido ha suscrito nuestro gobierno a través de la ministra de Mideplan, en el marco del MERCOSUR.
Por lo primero, será el principal ámbito de trabajo durante los dos años que vienen, la difusión y capacitación de los usuarios de la plataforma tecnológica de protección social tanto a nivel central y regional, como local, poniendo especial énfasis en una estrategia de transferencia de capacidades de gestión del seguimiento de los procesos hacia los Municipios. Esta óptica, para la cual se encuentran contemplados distintos proyectos, permitirá ampliar la base de usuarios del Sistema de Protección a unas seis millones de personas y sentar así, como hemos dicho, las bases del Sistema Nacional de Protección Social Integrado y Solidario, que ha de cubrir a todos nuestros habitantes, pero también, jugará un rol de suma importancia en el proceso de descentralización del Estado, en cuanto a que significará un aporte sustancial a la toma de decisiones desde lo local, de acuerdo a las necesidades y capacidades de las distintas realidades territoriales.
De alguna manera, la mencionada proyección internacional de nuestra experiencia, que señalamos como simultáneo y próximo paso de nuestra tarea, es el resultado lógico de un proceso de globalización que ha marcado todas las etapas de nuestro desarrollo y que sin duda habrá aún de impactar de manera significativa nuestra sociedad con la plena puesta en marcha de los tratados de libre comercio. No será tampoco ajeno a los propósitos de este escrito, señalar que la lucha por la equidad y la protección social, es asimismo una realidad que sobrepasa nuestras fronteras.
La extensión de nuestra –aún inacabada- labor en el plano de la protección social, hacia otros países de Latino América, al tiempo que enfrentamos una segunda fase de interoperabilidad, en el plano interno, aumenta nuestros desafíos de gestión estratégica y así como debemos hacer plenamente interoperable nuestra información en las municipalidades y los territorios, trabajaremos estrechamente con los equipos de las Áreas Sociales de los países del MERCOSUR, con quienes compartimos información, indicadores, bases de datos y elementos analíticos y georeferenciados. El módulo SEIS (Sistemas Estadísticos de Información Socio Territorial) de nuestra Plataforma Tecnológica, recoge los avances de la labor realizada en ese ámbito. Todo ello, requerirá, un esfuerzo adicional en la generación de instancias orgánicas de convergencia entre el gobierno, lo académico y lo privado, que coordinen el análisis prospectivo y puedan retroalimentar comprensivamente el diseño e implementación de las nuevas herramientas con que contamos para pensar y actuar.
rmh /.
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