3. Metodología de intervención protección social familias
3.- MODALIDAD DE IMPLEMENTACION
3.1.- Gestión territorial
La implementación de Chile Solidario tiene como eje la gestión territorial, con particular énfasis en el rol de los municipios. Su funcionamiento óptimo implica la participación de un conjunto de organismos del Estado en sus niveles nacional, regional, provincial y comunal, que acuerden y optimicen las formas de implementación de las políticas sociales; participación sustentada en el conocimiento sistémico de la topografía social, cultural y productiva de cada territorio. Se espera al mediano plazo que las diversas instituciones participantes del Sistema de Protección Social avancen desde la lógica de una oferta pública construida en torno a la sectorialización, hacia una oferta donde los servicios públicos operen como procesos integrados territorialmente. Una oferta así construida incorpora y promueve las necesidades regionales y comunales, y considera cabalmente lo que en cada uno de esos niveles territoriales se ha definido como la mejor solución en la entrega de productos, bienes y servicios.
A corto plazo (2005), MIDEPLAN y otras reparticiones públicas están comprometidas en una línea de fortalecimiento institucional regional (incluyendo el nivel provincial), que posibilite el diseño de estrategias diferenciadas de implementación territorial del Sistema, integrando las acciones que se encuentran operando en el territorio (gestión sistémica). La implementación territorial de Chile Solidario y todos los procesos de apoyo a su instalación en la institucionalidad pública, deben estar orientados a una mayor desconcentración de recursos, responsabilidades por funciones y capacidad ejecutora de las entidades regionales, provinciales y comunales.[1] En igual plazo (2005) se debe fortalecer a los municipios para la implementación a nivel local del Sistema Chile Solidario, cuyo énfasis será proporcionar a las municipalidades herramientas y recursos destinados a:
· Apoyar la integración de las áreas municipales en torno al Sistema Chile Solidario
· Apoyar la formulación de planes de integración de programas y servicios sociales que orienten el desarrollo social de la comuna en coherencia con el Plan de Desarrollo Comunal, PLADECO.
· Apoyar las nuevas tareas municipales en torno al seguimientos de las familias que terminaron el primer componente de apoyo psicosocial de la primera fase del sistema
· Apoyar la participación de la comunidad en el Sistema Chile Solidario
3.2. Integración social y desarrollo endógeno
La débil o inexistente presencia de capital individual, comunitario y social en los sectores pobres e indigentes del país, son fenómenos sociales que se dan y reproducen en territorios acotados, cuyos límites geográficos no siempre están determinados por fronteras físicas, sino que por una variedad de hitos las más de las veces intangibles (simbólicos) pero cargados de historia y de significaciones.
Es dentro de estos territorios donde se reproducen de generación en generación las condiciones materiales, psicológicas y culturales de la pobreza, pero también donde pueden emerger redes sociales y factores productivos endógenos en los que sustentar y potenciar las estrategias de superación. Esto implica que las políticas para la superación de la pobreza deben ser capaces de ir integrando a los sectores hoy marginados del progreso, a las dinámicas productivas y sociales del desarrollo territorial.
La gestión de Chile Solidario debe considerar las amenazas y las oportunidades, así como las debilidades y fortalezas de cada territorio dentro del cual se despliegan las estrategias de intervención. Estas condicionantes de la eficacia de los programas de protección (y de integración social) surgen del contexto territorial en que se despliegan, entendido este contexto como la conjunción sistémica de factores sociales, productivos, político-institucionales y geográficos que se dan en él.
“En la medida que hoy lo local asume un mayor protagonismo y se reconocen sus potencialidades, se destaca la importancia del carácter endógeno del desarrollo local, frente al concepto tradicional y erróneo del territorio como mero espacio físico, soporte de opciones económicas y sociales impuestas desde afuera (teorías clásicas del desarrollo), incapaces de vertebrar el tejido social local y de promover un desarrollo autónomo, equilibrado y sostenible. Las colectividades locales tienen ahora un mayor protagonismo en el despliegue de sus potencialidades de desarrollo, lo que permite poner en valor el territorio como recurso de múltiples dimensiones y reflejo de las interdependencias entre factores ambientales, económicos, políticos, sociales y fundamentalmente culturales.” [2]
La forma más efectiva, pues, de promover a las familia Chile Solidario es concentrando los esfuerzos en las áreas y barrios donde ellas están emplazadas y de las cuales forman parte. Y requiere, entre otras cosas, disponer de un instrumental de apoyo a la gestión territorial del Sistema Chile Solidario, a saber, conceptos y metodologías que permitan: a) identificar, describir y representar territorios en donde se emplacen familias Chile Solidario; b) disponer de una tipología de las familias Chile Solidario y de las comunidades de sus territorios, según sus comportamientos frente a la pobreza y el crecimiento, y por último, c) contar con indicador que permita medir la disposición de la familias, y de la comunidad de la que son parte, a superar y elevar sus condiciones globales de vida. Los supuestos e hipótesis que se enuncian a continuación apuntan en ese sentido y fundamentan la necesidad de este estudio.
3.3. Supuestos básicos e hipótesis
Un supuesto básico es que no hay territorios en que habiten exclusivamente familias Chile Solidario. Al contrario, las familias Chile Solidario son parte de un ambiente social y productivo por lo general no intervenido[3]. Al respecto, es posible formular las siguientes hipótesis:
Territorios y barrios
1. El territorio, -o en un contexto urbano, el barrio-, es el hábitat en donde las familias manifiestan su sociabilidad, vinculada a la confianza o al temor a los “otros”; en que emergen y se expresan sus sentidos de pertenencia e identidad, asociados a la percepción de aceptación o de exclusión (incluida la territorial); y se configura lo principal de las certezas básicas que ordenan y dan significado a la vida cotidiana, relacionadas con la aspiración de un futuro mejor, o, al contrario, relacionadas a la resignación o al sin-sentido.[4]
2. El territorio o el barrio no es una simple coreografía sobre la que se desenvuelve la dinámica de la familia Chile Solidario, sino que es el espacio social al que le corresponde una cierta atmósfera colectiva -psicológica, cultural y productiva[5]- que se reproduce de modo singular en la familia Chile Solidario y en sus miembros, incidiendo “desde dentro” en las condiciones de la pobreza y poniendo en tensión, negativa o positivamente, a las estrategias de intervención social. El barrio es parte del genoma familiar de la pobreza.
3. El barrio puede llegar a constituirse en una extensión de la vida de las familias, incluidas las familias Chile Solidario. El espacio del hogar para el adulto no tiene la misma significación ni valor que para los jóvenes; éstos pueden privilegiar más los espacios públicos (la “esquina”, la plaza, el pasaje) como lugares de identidad y pertenencia y de búsqueda de sentidos de vida y, en consecuencia, como espacios de afectos y protección.
4. Los barrios se asocian a éticas y estética dominantes, que confirieren personalidad al territorio y en parte le determinan su dinámica. Se expresan en ciertas creencias sobre lo permitido y lo posible y sobre los sentidos y caminos del éxito; y en estéticas que, según cuales sean sus portadores, pueden ocultar como exacerbar elementos de exclusión y trasgresión, en tanto factores de identidad y pertenencia, a veces contrapuestos al de los adultos.
5. Hay muchos territorios, cada cual con su geografía y personalidad dominante. Y en cada territorio hay mundos diferentes y a veces antagónicos, expresiones de modos distintos de vivir la pobreza, construir realidades y configurar futuros: mundos retraídos, ritualistas, conformistas, innovadores, transformadores. En un mismo contexto territorial hay diversos modos de ser pobre, y en esa medida, diversos grados de permeabilidad y disposición respecto de Chile Solidario.
3.4. Gestion en red
Red: Conjunto de actores con autonomía y con capacidad de coproducir un proyecto o producto que establecen relaciones de interdependencia para producir dicho proyecto o producto.
Gestor Relacional: Gestiona las relaciones entre los actores con el objetivo de llegar a un acuerdo o compromiso de acción colaborativa para producir un proyecto o un producto (bien o servicio).
¿Qué significa la gestión relacional ?
Se puede conjeturar que las redes sociales operan como la interfase entre el escenario territorial y las familias. Una visión compleja, no lineal, debiera apuntar en la dirección de las siguientes hipótesis:
1. Los patrones de conductas y sus sistemas de creencia se socializan y retransmiten dentro del barrio a través de un complejo entramado de redes sociales formales e informales y de otras formas más menos estructuradas de identificación y pertenencia colectiva.
2. Hay redes o vínculos de sociabilidad (agregación, asociación, participación) que pueden potenciar comportamientos rituales y o conformistas, otras que fortalezcan comportamientos innovadores y o transformativos, en sus dos variantes (dentro y fuera de lo socialmente aceptado). [6]
3. Hay redes de socialización positiva y redes de socialización negativa (no siempre de naturaleza delictual). Ambos tipos de redes pueden contener fuertes cargas éticas, que operan como factores tanto de cohesión como de coerción (códigos de honor y sistemas de premios y castigos).
4. Las redes, puede que más las informales[7] que las formales, definen el perímetro geográfico y simbólico del barrio, y también fronteras subjetivas territorialmente definidas al interior de un mismo barrio, que trazan zonas divisorias entre sectores a veces irreconciliables.
5. La sociabilidad puede expresarse a través de formas diversas: i) relaciones asociativas (tras un fin práctico, implícito o explícito) en organizaciones formales como informales, ii) relaciones gregarias entre amigos (grupos, bandas, “tribus”) y vecinos (vecindad), iii) participación en instituciones y redes comunitarias, públicas y municipales; todas en el contexto de una atmósfera barrial que puede ser común o estar segmentada.
Hay también formas y grados diversos de exclusión y de autoexclusión, sea parcial o total tanto respecto de las redes formales como informales, así como grados diversos de repliegue hacia los espacios íntimos del hogar (refugio- bunquerización); fuere por rechazo por parte de los “demás”, por indiferencia o por temor a los “otros”, con la consiguiente pérdida o no aceptación de las identidades y sentidos colectivos.
3.5 Coordinación y trabajo en red
La coordinación es una condición necesaria pero no suficiente para la operación de un sistema de esta naturaleza y sus objetivos.
Demanda gran capacidad técnica de parte del Estado y sus instituciones. Y también exige de conducción política, para hacer complementarios distintos quehaceres en función de objetivos comunes: equidad, integración social, reducción de brechas, erradicación de la indigencia.
Significa sintonizar y sincronizar los distintos niveles de gobierno y diversos instrumentos de política para lograr complementariedades pertinentes y oportunas.
Dar prioridad gubernamental a las iniciativas significa trabajar en pos de la misma población objetivo, adecuando la oferta programática a su perfil y necesidades.
El esfuerzo y movilización que Puente pretende generar con cada familia, requiere de la movilización de recursos al interior de los servicios públicos e instituciones privadas que tienen oferta de servicios y beneficios sociales dirigidos a este grupo de personas.
El logro de las condiciones mínimas por parte de las familias depende en gran medida, de las oportunidades y recursos que ellas tengan disponibles para mejorar sus condiciones de vida.
Por eso hay que ir más allá de la coordinación y lograr trabajo en red: esto implica disponer de un soporte donde las instituciones rearticulan sus recursos y acciones en función de las necesidades y demandas de las familias que participan en el Programa.
El nivel local (municipal) es el privilegiado para la ejecución de políticas de este tipo. Pero requiere de marcos estratégicos, metodologías de trabajo, y apoyo y supervisión nacional.
Si las Municipalidades no están preparadas, entonces hay que apoyarlas y fortalecerlas, generando en ellas las capacidades necesarias para su buen desempeño.
La Red Local de Intervención es crucial en el modelo y lo más difícil de trabajar porque requiere cambios sustantivos de prácticas entre las entidades participantes. Lo que hay que lograr es conformar una red orientada a la intervención.
La estrategia de intervención en red comenzó a basarse en la voluntad y en el compromiso de sus integrantes más que en las instancias y acuerdos formales de funcionamiento, lo que es propio de una red de intervención y no de simple coordinación.
Es necesario disponer de sistema de apoyo técnico y supervisión del trabajo que se realice. Entendida la supervisión no sólo desde su componente de control sino también de apoyo a la gestión específica.
En el trabajo en red hay que estandarizar criterios (metas y parámetros de evaluación). Disponer de indicadores de resultados específicos en sujetos nominados (condiciones mínimas en personas con nombre y apellido) ayuda a centrar la tarea y que cada uno defina qué aporta al todo. Si una entidad no funciona entonces nadie logra los resultados.
(Notas a pie de página)
[1] SISTEMA DE PROTECCION SOCIAL CHILE SOLIDARIO. MIDEPLAN. Diciembre 2004.
[2] Desarrollo Económico Endógeno Ambientalmente Sustentable para la Comuna de Ancud, Caso de estudio: territorio bordemar. Marcela Flores Huerta, monografía, Asentamientos Humanos, 2003. Corp. de Promoción Universitaria. CPU.
[3] Sin un factor exógeno relevante referido a políticas sociales que cubran a toda la comunidad del territorio.
[4] Ver al Respecto Informe PNUD: Las paradoja de la modernización. Desarrollo humano en Chile – 1988.
[5] La atmósfera productiva aquí está referida a los modos de “ganarse la vida” o prácticas destinadas a generar ingresos.
[6] No es lo mismo una familia Chile Solidario emplazada en un barrio con fuerte presencia de iglesias y sectas religiosas , o barrios con presencia decisiva de organizaciones y partidos extra-sistema; o con carteles vinculados al micrográfico masivo; o con potenciales polos productivos endógenos y presencia de redes comunitarias, municipales y del estado.-
[7] Desde grupos hip-hop hasta pandillas y grupos de amigos, pasando por las “tribus” y barras bravas.
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