Territorios Vulnerables: Gestión Polinodal en Redes (GPR) y GTI-Atacama
Sistema de Protección Social, Gestión Polinodal de Redes (GPR) y Plataforma GTI-Atacama: innovación prospectiva al servicio de los Territorios Vulnerables.
Teoría y práctica de la protección social.
La relación entre teoría y práctica es como aquella entre el espacio y el tiempo: ambas forman un continuo en el que no se puede determinar el momento de inicio y dónde los momentos elegidos para marcar los hitos que corresponden a una u otra dimensión, se transforman en su opuesto apenas enunciados. ¿Cómo podríamos sustraer la medición del tiempo al espacio (territorio) en el cual nos encontramos? ¿Cuál sería sobre la tierra el lugar en el que no hubiera movimiento?, ¿el campo sin sol y luna? De la misma manera, el desarrollo de los sistemas tecnológicos, como soporte para las redes humanas, es a la vez el resultado práctico de desarrollos teóricos y conceptuales anteriores y el momento de inicio de nuevas reflexiones y diseños operativos. Y aunque hasta hace poco estos temas estaban reservados a la pura reflexión académica de grupos extremadamente reducidos, dónde con frecuencia se convertían en pura metafísica dogmática, en la actualidad, los procesos de modernización del Estado y la globalización a la cual responden, hacen que sea en el seno mismo de las instituciones de gobierno que estas problemáticas se planteen y que en el servicio a la comunidad adquieran la forma de acciones concretas para solucionar de manera participativa los problemas de la gente. Es así que el gobierno, transforma la teoría en práctica, al desarrollar las estrategias adecuadas para avanzar en la correcta solución de la vulnerabilidad de las familias y las personas en los territorios.
Ello por cierto no sería posible si no existiera la transmisión de principios, voluntades y conocimientos que caracterizan el funcionamiento de los gobiernos democráticos. Y este proceso histórico, por otra parte, en gran medida ha sido posible por la utilización de las herramientas cognoperativas que son las TIC´s y que –con diverso nivel de avance pero como proceso creciente-, se ha desarrollado en las diferentes instituciones del Estado de acuerdo al principio de modernización del Estado y la Agenda Digital. Es así que la existencia de Internet o sistema mundial de redes (WWW, literalmente: red ancha como el mundo), ha hecho cobrar un nuevo impulso y un enorme nivel de practicidad organizacional y enriquecimiento teórico, tanto a la noción de redes operativas, como a la de sistemas que en algunos años la habían precedido.
De la misma manera, la puesta en marcha de la Plataforma Tecnológica del SiiS, fue un avance formidable en el cumplimiento de los logros de la Agenda Digital del Gobierno, poniendo MIDEPLAN al servicio de la institucionalidad pública vinculada a la Protección Social, de una herramienta de interoperabilidad de servicios pionera en nuestro país y en la región. Pero los procesos no se detienen y tampoco corresponde a la lógica de los nuevos paradigmas la continuidad lineal y unidimensional de los mismos. Así, el desarrollo de la nueva plataforma GTI Atacama del SiiS implementada por la SERPLAC de la III Región, corresponde a un nuevo momento de gestión innovadora, en el cual se articula una nueva organización territorial de la institucionalidad pública y para la cual esta nueva herramienta contiene la funcionalidad adecuada, permitiendo que de manera actualizada y on-line los actores territoriales se articulen consensuadamente de acuerdo a las líneas programáticas del gobierno, tras el establecimiento de metas, indicadores, cronogramas y responsables definidos en función de sus derechos y responsabilidades regionales y locales.
En efecto, el nuevo paradigma de gestión innovadora del sistema de protección social que se empieza a poner en operación este año, conlleva una serie de desafíos de enorme magnitud que implican hacer operativo y traspasar efectivamente a las municipalidades los principios orientadores de los cambios con que nos adecuamos a los nuevos tiempos.
La Red como modelo de gestión.
La comunicación de información adecuada y pertinente para la toma de decisiones, así como la retroalimentación actualizada y permanente, entre quienes toman las decisiones y quienes ejecutan, que ha sido sin duda, un problema tan viejo como la historia de las organizaciones sociales, adquiere hoy en día una importancia fundamental para la Protección Social y que pese a su complejidad creciente, se puede resolver con la adecuada utilización de los conocimientos y los saberes. Y si los saberes tienen que ver con la teoría, una marca distintiva de los conocimientos que poseemos, es que ellos son en la actualidad eminentemente prácticos y que se objetivan en las redes tecnológicas como soporte para las redes humanas. De esta manera, las “redes”, han pasado a formar parte sustantiva de las concepciones humanas en tanto aplicación concreta de la teoría de sistemas, precisamente porque existen las redes tecnológicas, es decir, porque la comunicación de información entre los distintos “nodos” de trabajo, utiliza como medio del proceso de transmisión de contenidos, el que permiten las TIC´s.
Esto quiere decir en primer lugar, que en los distintos ámbitos de nuestra labor, debemos familiarizarnos con la noción de sistema y en segundo lugar que la operación del sistema requiere de la gestión en red. Esto es: actuar en sistema y no simplemente administrar programas que parecieran no guardar relación ente sí. Ello es fundamental en el ámbito en que nos encontramos, porque la Protección Social, requiere -más que otros ámbitos de la acción del gobierno-, una urgente capacidad de innovar para poder entender primero las nuevas formas de vulnerabilidad y pobreza, y poder actuar luego de manera eficiente y eficaz. En la base, no basta ya con las mediciones cuantitativas, sino que es necesario comprender de manera cabal el fenómeno multicausal de la pobreza, incorporando al análisis las dimensiones cualitativas de gestión en red, que permitan actualizar dinámicamente la concepción y ejecución de la política pública en Protección Social, para lo cual contar con las tecnologías apropiadas es fundamental.
En efecto, las concepciones sobre las que se fraguó el diseño de las estrategias para enfrentar la desprotección social, respondían a un mundo de otras características que el actual y la dimensión de la vulnerabilidad y la pobreza, también ha sufrido el impacto del cambio. Es así que respecto a la situación que caracterizaba la pobreza, hasta hace algunos años, se constatan diferencias sustantivas, por ejemplo, en lo que concierne los niveles educativos, la composición de los hogares, mujeres jefas de hogar, hombres solo a cargo de niños, tasas de envejecimiento poblacional, en fin, factores que han aumentado la complejidad del fenómeno y que han hecho insuficientes los modelos de gestión tradicionales, que aparecen hoy en día como rígidos, poco flexibles y carentes de funcionalidad, impactando de manera negativa en las organizaciones que los utilizan y por cierto en sus poblaciones objetivo. De hecho, frente a la multicausalidad y complejidad creciente del fenómeno de la vulnerabilidad y la pobreza, no hay ningún programa (ni sector) que pueda por si solo abarcar todas las condiciones que lo caracterizan, emergiendo entonces la necesidad de desarrollar modelos de intervención intersectorial que respondan a estrategias de intervención integral y que permitan niveles crecientes de participación e innovación.
Ello ha incidido en que se produzcan cambios necesarios en los procesos lógicos de planificación, que en el modelo tradicional es centralista y se identifica con la lógica de los planificadores. Hoy en día se requiere una lógica de planificación flexible, capaz de modificar los esquemas de acuerdo a las transformaciones de una realidad en permanente cambio y que produce las transformaciones a una velocidad mucho mayor que lo que los instrumentos tradicionales de gestión permitían prever. El diseño de políticas y sistemas implica en consecuencia la necesidad de tomar decisiones mientras se está planificando y ello sólo puede ser posible si quienes están en el diseño, quienes están en la ejecución y los territorios de intervención se encuentran conectados de acuerdo a la lógica de gestión en redes y participan simultáneamente en el proceso.
Por otra parte, esta profunda transformación en las lógicas de planificación y diseño de las políticas públicas, incide también en la segmentación de roles y funciones de las instituciones, quienes deben aprender a adecuarse a intervenir en una multiplicidad de tareas y urgencias no necesariamente previsibles y que no obstante, tienen que mantener la coherencia que requiere la preservación del modelo.
La permanente incorporación de nuevos actores y la complejidad creciente de relaciones que ello implica, hace que el problema tradicional de limitación de recursos para implementar las políticas de las instituciones públicas, adquiera una importancia mayor y que la adecuada implementación de una estrategia AIRE (Administración Inteligente de Recursos Escasos), que permita conjugar la importancia estratégica del conocimiento como recurso social, la movilidad de su frontera y la magnitud cada vez mayor de los recursos requeridos para su creación y aplicación se convierta en parte sustancial del nuevo paradigma de cambio cultural.
En efecto, la necesidad de contar con información estadística, indicadores y modelos interpretativos para conocer lo que ocurre en el momento actual de la realidad territorial en la que se desarrollan finalmente las políticas públicas y tener la mirada prospectiva que permita anticipar lo que ocurrirá en el futuro, resulta de vital importancia dado que, por lo limitado de los recursos disponibles, el proceso decisional debe estar basado en un tipo de información que no solo sea confiable para quienes toman las decisiones, sino también y fundamentalmente para quienes las ejecutan. Ello por cierto, posiciona en una situación cada vez más relevante la búsqueda de adecuados criterios de innovación, los que condicionan cada vez más el éxito de las relaciones de la política pública con el sistema científico y tecnológico, en el ámbito del diseño, como en el de los contextos sociales de su implementación.
Esta situación, vinculada íntimamente con los procesos de globalización, y el reconocimiento creciente de la importancia de la ciencia para el desarrollo social, económico y cultural ha impulsado a nuestro gobierno a relanzar activas políticas de ciencia, tecnología e innovación en el cual participen de manera creciente y planificada tanto los equipos de trabajo de las instituciones como los principales actores privados y la ciudadanía.
El Modelo de Gestión Polinodal en Redes (GPR).
En este escenario actual de búsqueda de paradigmas innovadores de gestión, que permitan conjugar el más avanzado conocimiento científico y tecnológico y la participación ciudadana en un nuevo enfoque de políticas públicas que logre implementar el cambio de un modelo tradicional jerárquico a uno horizontal, emerge como eje articulador central, el concepto operativo de Gestión Polinodal en Redes (GPR). En efecto, sintetizando lo mejor de los anteriores modelos de gestión en redes, generados como estrategia de empoderamiento a partir de los gobiernos de la concertación (modelo “estructural”, “funcional” e “instrumental”), el modelo GPR, permite articular de manera a la vez eficaz, eficiente y participativa la compleja red de actores que conforma el sistema de Protección Social.
Su nombre de “Polinodal” (que significa muchos “nodos” o centros), proviene fundamentalmente del enfoque ético de la responsabilidad compartida de la actual política pública de cambio cultural, que indica que frente a una tarea compartida, todos y cada uno de quienes participen en la misma (“nodos”: centro de articulación de líneas de relaciones en una red), son plenamente responsables de su éxito, más allá del orden jerárquico e institucional que los identifique. En esta nueva perspectiva, el Chile Solidario, aunque tiene el mandato legal de coordinar la oferta pública, es otro de los “nodos” del sistema de gestión en red.
Es así que algunas características de este modelo GPR, pueden enunciarse de acuerdo a los siguientes parámetros:
1. Aunque las Redes de Gestión Polinodal tengan estructura (es decir sean sistemas ordenados de intercambios coherentes), y reflejen flujos determinados de relaciones entre sus componentes, ellas no son asimilables a los organigramas funcionales tradicionales.
2. Las Redes de Gestión Polinodal, son estrategias que permiten llevar a cabo planes de trabajo compartidos, con objetivos y resultados comunes, dónde se resalta el nivel no jerárquico y horizontal de iniciativas y responsabilidades.
3. En el ámbito de la Protección Social, es el mecanismo que se requiere poner en operación para que el sistema funcione de acuerdo a los principios y compromisos establecidos y optimice el nivel de sus resultados, permitiendo la generación de estrategias de apoyo hacia los actores locales.
4. Es la forma de trabajo a través de la cual se implementa la “Clave de Protección Social”. Es decir, que el sistema de la oferta pública, es consustancial a una perspectiva de derechos que implica su permanente disponibilidad a los requerimientos de las familias y las personas.
5. Las RGP, son sistemas de vínculos formados por comunicaciones y acciones establecidos sobre la base de acuerdos participativos que se orientan hacia el intercambio de aportes y recursos, que facilitan la información y el monitoreo, así como la retroalimentación entre ellos.
6. Las RGP, permiten la sinergia y potenciamiento de las capacidades, competencias y responsabilidades de los actores participantes, estableciendo mecanismos de intercambio que activan la sincronía entre las decisiones y las acciones correspondientes, para aumentar su eficacia y eficiencia.
7. Las RGP, permiten articular coordinar y monitorear la oferta pública que sirve de soporte a la intervención social, intencionando el cumplimiento de los compromisos y potenciando el funcionamiento óptimo de las organizaciones al operativizar con pertinencia las condiciones de su relación con el entorno.
En definitiva, podemos decir que de la misma manera en que la Plataforma Tecnológica del SiiS Chile Solidario, ha sido adecuada para permitir –desde diciembre del año pasado-, la interoperabilidad de las instituciones vinculadas al sistema de protección social Chile Solidario, la Plataforma Tecnológica GTI-Atacama, del SiiS de la III Región, es la herramienta óptima para solucionar el desafío que presenta la complejidad creciente de construir un Sistema Nacional de Protección Social, capaz de articular la Gestión Polinodal en Red (GPR) de los distintos actores socio-técnicos y respondiendo así a las exigencias de ser un soporte interactivo a las relaciones que se establezcan en el territorio para implementar las nuevas estrategias del sistema de protección social, permitiendo el seguimiento actualizado, la retroalimentación y el apoyo, entre los nodos decisionales y los de ejecución, sintetizando los logros de gestión innovadora y participación ciudadana que orientan las realizaciones de nuestro gobierno democrático.
Rainer María Hauser.